LA ESQUINA CALIENTE (THE HOT CORNER) - A STUDY OF PARTICIPATORY DEMOCRACY IN ACTION AROUND THE WORLD

PARTICIPATORY DEMOCRACY vs REPRESENTATIVE DEMOCRACY

We as citizens of the United States observe politics from afar and the vast majority of us may participate in the political process only to the extent that we go to the polls once a year to vote. We may endeavor to follow the news accounts of our nation's politics as they unfold, and of the consequences those political actions yield, but we have little power to influence our "democratically" elected officials. Perhaps we write an occasional letter to our senator or representative, but we almost inevitably receive a vague and impersonal response explaining why they will vote in our opposition.

Over the decades, our representative democracy has been systematically undermined and has ultimately failed in preserving the well being of the people of this nation. The system that the founding fathers painstakingly devised in order to best serve the interests and the will of the people has been corrupted and the systems of checks and balances on power that they instituted have been stripped away. Most of us accept this reality as being beyond our control and continue to observe, comment, and complain without aspiring to achieving any real change, without any hope of instituting a new system of governance that would instead take directly into account your views, and the views of your neighbors, and would empower you to make real positive change possible in your communities.

This site will attempt to explore in depth the places in the world where people are successfully bringing about that type of change in the face of similar odds, where an alternate form of democracy, which is called participatory or direct democracy, is taking root. Initiative, referendum & recall, community councils, and grassroots organizing are but a few ways in which direct/participatory democracy is achieving great success around the world.

Our system of representative democracy does not admit the voice of the people into congressional halls, the high courts, or the oval office where our rights and our liberties are being sold out from underneath us. Our local leaders and activists in our communities, and even those local elected officials who may have the best of intentions are for the most part powerless to make real positive change happen in our neighborhoods, towns and villages when there is so much corruption from above.

In places like Venezuela, Argentina, Bolivia, Nicaragua, Ecuador, Brazil, South Africa, India, and the Phillipines, new experiments in grass roots community based governance are taking place. There is much to be learned from these and other examples of participatory democracy from around the world when we try to examine how this grass-roots based governance could begin to take root here in our own country in order to alter our political system so that it might better serve the American people.

In the hope that one day we can become a nation working together as a united people practicing true democracy as true equals, we open this forum…

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Sunday, June 22, 2008

ECUADOR: Poder Popular y la Nueva Constitución

El pueblo Ecuadoreño esta experimentando un alto nivel de participación civil en el proceso democrático desde la elección del Presidente Rafael Correa, pero es la responsibilidad de la asamblea constituyente que está haciendo la nueva constitución asegurar que esa participación sea legalmente y permanentamente parte de la escena politica del pais. Eso significa la creación de una estructura de poder popular que incluye consejos comunales y presupuestos participativos. Acá presentamos un comentario hecho por un miembro de la asamblea costituyente que apoya esta iniciativa. - Editor


Poder para el pueblo organizado y movilizado!!!

Enero 28, 2008 Por: Eduardo Zambrano

Source:
http://asambleaconstituyente.gov.ec/blogs/eduardo_zambrano/2008/01/28/poder-para-el-pueblo-organizado-y-movilizado/

La Revolución Ciudadana ha descubierto una serie de potencialidades y capacidades del pueblo ecuatoriano para el ejercicio democrático. Visto desde la oposición o desde el Acuerdo PAIS, el pueblo decidió participar. Son parte de nuestra cotidianidad hechos formidables y excepcionales como marchas de miles de personas.

Existe una voluntad de participación masiva en procesos de consulta y elecciones (Elecciones presidenciales 2006, consulta popular convocatoria Asamblea Constituyente abril 2007, elecciones de asambleístas septiembre 2007), la participación popular avanza. Esta participación masiva instituye necesariamente el germen de más y mejores prácticas democráticas.

Se ha venido afirmando la vocación democrática de la mayoría de ciudadanos y ciudadanas. Desafortunadamente la violencia mediática, la falta de balance de casi todos los medios y la corrupción parecieran ser los males antidemocráticos más difíciles de erradicar.

Se incrementa la participación de los jóvenes, de las mujeres, de las y los discapacitados, de los migrantes, la participación en cooperativas, medios comunitarios, comunidades organizadas autogestionadas, comités de tierras urbanas y rurales, movimientos sociales, entre otras formas organizativas de participación.

En Ecuador el pueblo insurgió para dejar de ser espectador, conciente de que no basta con delegar su poder soberano, se dio a sí mismo una Asamblea Constituyente de Plenos Poderes para hacer una Nueva Constitución que consagre el derecho de los ciudadanos y ciudadanas a participar en los asuntos públicos, no sólo a través de representantes elegidos, sino directamente. Me refiero a la democracia participativa y protagónica en la que las comunidades, conjuntamente con las autoridades locales, tienen el derecho y el deber de formular, ejecutar, controlar y efectuar seguimiento a las políticas públicas.

Ya no se trata solamente de ir a votar, se trata de ejercer una actividad permanente de construcción social que exige formación, proactividad, capacidad de negociación, consulta de la gente, participación y seguimiento por parte de los ciudadanos y ciudadanas. La democracia participativa implica un cambio de cultura en la conciencia del pueblo. Este cambio tiene que representar un salto cualitativo para la vida social y política del país. No se trata de un simple cambio operacional sino de instaurar en la práctica una nueva visión del poder popular en los niveles local, regional, nacional.

Para desarrollar este paradigma revolucionario de la democracia participativa y protagónica, se tiene que generar articulado constitucional y una ley donde se plantea la instauración de una nueva institucionalidad o consejos locales que superen la planificación como actividad de expertos, estableciendo que es el pueblo organizado el que debe decidir y direccionar, conjuntamente con los representantes elegidos y funcionarios públicos, en qué se invertirán los recursos, así como el cómo, el dónde, el cuánto y el cuándo debe hacerse.

El plan de gobierno local debe responder a las necesidades reales de las poblaciones locales; si el pueblo se organiza, si el pueblo se moviliza, los alcaldes ya no pueden decidir invertir unilateralmente los dineros públicos en aceras, brocales y cloacas cuando la comunidad organizada exige salud y escuelas. El presupuesto (participativo) debe ser el plan de gobierno local en números y no un ejercicio de los técnicos y expertos financieros que guarda insuficiente relación con las demandas de las comunidades o lo que se tiene planificado hacer.

Paralelamente, el pueblo organizado no debe olvidar que existe el riesgo de que el ultrademocratismo paralice la acción, que el arte de gobernar implica generar sinergias, aprender a ordenar las prioridades, diagnosticar, consultar, sistematizar proyectos y ejecutar. De manera análoga los representantes elegidos (alcaldes, prefectos o gobernadores) deben desaprender la cultura de la democracia representativa y facilitar este ejercicio de soberanía, promover realmente la corresponsabilidad en el proceso de toma de decisiones.

La participación del pueblo en los asuntos públicos, me refiero a una participación cooperativa, empoderada de herramientas técnicas, conocimiento del presupuesto y ejercicio permanente del control social, donde los alcaldes, prefectos y gobernadores sean líderes-facilitadores del ejercicio soberano del poder popular en la concepción de los planes, en la ejecución con participación de las instituciones del poder organizado (cooperativas, microempresas, etc.) es la única garantía de superación del problema de la corrupción.

Durante los últimos tiempos el pueblo ecuatoriano ha demostrado una gran madurez y visión política ante golpes de estado, destituciones de tres presidentes elegidos en las urnas, la estafa bancaria, crisis política, social y económica, guerra mediática y otras difíciles pruebas. Por ahora el mayor reto del pueblo ecuatoriano radica en la organización. Estos tiempos de revolución no son solo para agotarse en marchas y contramarchas, la plataforma de los Consejos Locales de Planificación Pública nos ofrece la oportunidad de avanzar hacia formas superiores de organización social.

Enfatizamos que hay que avanzar en lo organizativo hacia un verdadero protagonismo del pueblo en la toma de decisiones soberanas. La democracia participativa y protagónica alude a la necesaria vinculación del pueblo organizado y movilizado entorno a lo social, lo político, cultural y lo económico y productivo.

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